La Ansiedad: ese gran baile mental

Uno de los temas que muchas veces me cuestiono cuando tratamos cuestiones de ansiedad es: ¿Qué es primero, el huevo o la gallina? Y lo digo porque en la gestión de la ansiedad es importante saber qué viene primero, el pensamiento (autofundado) o el sentimiento (que nos lleva al pensamiento)…

Los trastornos de ansiedad figuran entre los temas psicológicos más debilitantes de nuestros tiempos, siguiendo a Clark y Beck. Ah, disculpa que no te lo dije, estos autores son mis referentes en este tipo de temática por su enfoque de intervención cognitiva-conductual en este baile del que vamos a hablar.

La ansiedad se presenta de muchas maneras pero tiene unos efectos comunes: nos paraliza o impide hacer cosas o ver los asuntos de otra forma. ¿Y si al no estar en casa cuando regresa pasa algo y no puedo ayudarles? ¿Y si ocurre alguna desgracia y me quedo solo/a? ¿Y si me dicen que tengo X enfermedad?… Cuantas veces nos sorprendemos haciéndonos este tipo de preguntas, que como habrás ya observado, tienen ingrediente de Miedo aderezado con una capacidad (por confirmar) de adivinar el futuro. Está bien, el miedo nos alerta de un peligro y la ansiedad puede hacer que estemos preparados para situaciones anormales. Pero lo que no podemos hacer en este baile es dejar toda la pista para la Ansiedad o convertirnos en ella. 

Ahí es donde podemos intervenir para que no nos trague por complete y domine nuestras vidas. Una alta dosis de ansiedad hace que nos sintamos enormemente preocupados, con miedo a perder el control, con sentimientos de vergüenza enorme (porque muchas veces no queremos mostrar eso que pensamos porque lo vemos “tonto”) pero: tu no estás solo/a. Y no hace falta que además de bailador, seas el músico de tu propia fiesta. Por eso, en Decorpas estamos para poder acompañarte.

En todos los recuerdos que me vienen sobre este tipo de personas con las que he tenido la fortuna de trabajar, la clave es la toma de conciencia de los pensamientos que nos llegan (y la exploración real de los mismos) y el detonante de los mismos con sus consecuencias. Muchas veces, es aconsejable tener un cuaderno en la mesilla para anotar todo lo que nos venga a la cabeza que nos produzca una emoción de nervios, miedo, parálisis…Tenemos que “cazar” ese pensamiento y usar técnicas para cambiarlo. Con el modelo PEAR (Pensamiento – Emoción – Acción – Resultado) se consigue una conciencia importante para poder caminar hacia esa visión sin ansiedad y miedos que queremos. 

Como te comentaba antes, la Ansiedad está relacionada con un futuro que anticipamos,  y que normalmente casamos con eventos adversos o que nos producen malestar. Y nos llegamos a meter tanto en esa anticipación, que nos la creemos incluso sin que haya ocurrido. Por eso yo lo pongo en paralelo con un baile, porque al final, si no diriges tu a la pareja, tienes que convertirte en alguien guiado, pero ya estás en la pista de la Ansiedad (tu baile). Por eso es fundamental conocer tus pensamientos y hacer algo distinto con ellos. Alguna técnicas como respirar, anotar, o establecer anclajes positivos pueden ayudar a ir dejando esa ansiedad en el sitio que toca. La Ansiedad no la vamos a hacer desaparecer pero podemos bajar su gradiente y que sea una mera preocupación sin que la alimentemos más de lo que debemos.

Una de las ventajas de la Ansiedad es que nos ayuda a descubrir nuestros miedos básicos, esos que nos hacen tener nuestra propia valoración de una amenaza y considerar las cosas/personas importantes. Digo ventaja porque cuanto más sepamos lo que nos da miedo, más podremos saber nuestras valentías también. Revisa algo más sobre el Miedo aquí.

También puede haber síntomas físicos, cognitivos o conductuales. Por ejemplo: Al pensar en ese momento sola en casa mientras espero a mi pareja (¿le habrá pasado algo?) empiezo a sentir dolor de estómago (síntoma físico) y cierta dificultad al respirar que me hace hiperventilar (síntoma conductual) y que hace tener miedo por ser incapaz de vivir sola si algo le pasara… (síntoma cognitivo). Y estos síntomas pueden ser semáforos para conocer cuando estamos desencadenando la situación que queremos cambiar.

Algunos aprendizajes que puede ayudarte saber:

• La ansiedad disminuye de manera natural si se la deja sola.
• La ansiedad varía considerablemente según la situación y la persona.
• Pensar en amenazas o peligros y en la vulnerabilidad o impotencia al afrontar situaciones, hará que la ansiedad persista.
• Cambiar las amenazas por peligros aceptables y la impotencia por un “yo puedo” ayudará a bajar la ansiedad. 
• La ansiedad suele llevarnos a catastrofizar las cosas.
• Resolver los problemas usando 3 preguntas puede ser útil: ¿Cuál fue la peor cosa que me podía ocurrir durante este episodio de ansiedad?, ¿qué fue lo que me produjo miedo en esta situación?, ¿Qué había tan terrible en esta situación?
• La incertidumbre de una situación puede hacer que nuestra ansiedad se eleve, que seamos más sensibles a ella. 

Si quieres trabajar con tu Ansiedad, puede ser de gran ayuda acudir a un profesional que te ayude a identificar y prepararte para la acción. ¿Y si dejaras de estas ansioso/a por estar ansioso/a? ¿Qué pasaría?

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