Cuántas veces nos vemos en un círculo que es solo el nuestro y giramos sin parar...

Lo cierto es que muchas de las cosas que comentamos en consulta son aplicables a nuestro día a día. Quiero decir con esto, que cuando me formé como terapeuta y coach, hablábamos del Ego y de la distinción Egoless para poder ver al cliente con todo su potencial para alcanzar sus soluciones y metas pero yo creo que esto se puede aplicar en todos los ámbitos en los que tenemos una relación. Por ejemplo, imagina una discusión de pareja o una discusión con un compañero/a de trabajo.

El ego desde un punto de vista psicológico lo definimos como el Yo que nos conecta con el mundo real. Si el Ego es alto, entonces tendremos una autoestima alta y podemos considerarnos en un plano superior a los demás. Cuando tenemos un Ego alto, solemos poner nuestro mapa por encima del otro y hacemos preguntas dirigidas (desde nuestra gran sabiduría y empoderamiento…) ya que estamos en posesión de nuestra verdad (que tiene que ser la que los demás vean y aplaudan…).

Ahora bien, cuando empezamos a trabajar el Egoless, nos movemos para empezar a aceptar que mi realidad no tiene por qué ser la buena. Aceptamos que la otra persona está completa y que puede que tenga algo que le falta para ver otra realidad.

Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma. C.Jung.

Si en esa discusión de pareja o con otra persona en el trabajo, no consideramos nuestro mapa como la verdad (más absoluta…), entonces podemos ganar mucho en el descubrimiento de lo que otras personas ven y además ajustar nuestro mapa con las contribuciones de otros/as.

Los amigos del Ego (y enemigos del Egoless)

Ahora bien, esto no siempre es sencillo ya que tenemos algunos enemigos para que el Egoless triunfe sobre el Ego “perverso”, a saber:

  • Tengo la necesidad de tener la razón.
  • Creo que me sirve más no ver al otro/a como un ser completo.
  • Tengo creencias acerca del otro que lo “limitan” y además según mi nivel de exigencia no va a llegar a lo que yo veo en mi mapa.
  • ¿Cómo voy a lograr yo mis propósitos a través del otro/a si está incompleto? Más bien es mi freno (y justificación diría yo para seguir frenado…).
  • Miro solo hacia mí, y con esto hago crecer más el cuento de mi realidad y mi razón justificada de por qué tiene que ser cómo yo lo veo.

Beneficios del Egoless

Cuando empezamos con la práctica del Egoless, ocurren estos fenómenos que transforman relaciones y comunicación:

  • No tenemos solo nuestra realidad como la única verdadera (puede haber más caminos para llegar el mismo destino sin necesidad de que sea sólo la ruta de mi mapa).
  • Aceptamos que nuestra forma de ver el mundo no es la única (y creamos apertura de esta forma).
  • Nos centramos en el otro/a en vez de en mi “ombligo”. Incluso yo recomiendo poner en práctica la generosidad con una escucha activa, un abrazo o gesto que valide al otro/a…

Quizás recuerdes lo que ya hemos comentado sobre la CNV en la anterior entrada. Te la dejo igualmente AQUÍ por si quieres unirla a este tema ya que están muy interconectadas. Y si eres más visual, también comentamos este tema en la colaboración con ASNIE en el DIRECTO sobre Emociones.

¿Cómo gestionar el Ego?

Gema Martiz en su libro ¿Quién ha visto mi Ego? nos propone lo que se llaman las Egotegias.

Las egotegias son pequeñas estrategias para apaciguar el Ego y que explica como:

  • Dejar de querer tener razón. Todos y todas queremos tener nuestra razón.
  • Dejar de buscar defectos: buscar lo que está bien en vez de lo que no.
  • Dejar de culpar: cada uno actúa desde su nivel de consciencia y sabiduría, ganar en compasión (com- pasión) y comprensión (com-prensión) hacia los demás.
  • Dejar de querer que nos quieran: mirar cuanto nos queremos nosotros/as mismos/as en vez de buscar la aprobación externa.
  • Dejar de buscar la felicidad afuera: aprender a ser feliz independientemente de las circunstancias.

Confío en que puedas sacar tus propias estrategias de puesta en marcha del Egoless, sobre todo con lo que más te ayude o con lo que más te ocurra cuando entras en esas discusiones o conversaciones sin salida. Yo te invitaría a que ahora que ya sabes que Ego tenemos todos pero el gran secreto es como lo usamos, diseñes tu lista de 3 cosas que vas a cambiar cuando se te encienda el piloto rojo de nuevo en situaciones de “riesgo”.

Anímate a cuestionar tus relaciones y crecimiento personal. Quiérete y quiere al otro, pero ante todo, respétate y aprovecha todas las situaciones para verte tú mismo/a y para seguir avanzando diariamente. Si te animas a iniciar tu proceso, estoy aquí para ti. Reserva una sesión inicial YA.

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